Por hablar | Análisis y comentario sobre EMPOWERMENT




                     LLAMADOS A INFLIENCIAR 


Cuadro de texto: “Un verdadero líder, no es aquel que hace millones de seguidores en poco tiempo;  líder, según lo aprendido del libro, es quien  influencia y luego da facultades a sus cercanos  para POTENCIALIZAR  equipo. En otras palabras, un líder forma líderes, no clubes de seguidores”  - Extraído de nuestro texto Reflexivo LLAMADOS A INFLUENCIAR.  










La historia de Marvin Pitts, es solo un reflejo de la necesidad  que tiene  líder de  renovarse junto con el entorno. En la actualidad, la dinámica de los negocios nos exige ser rápidos y muy estratégicos para tomar decisiones, debido a la voraz competencia y rudeza del mercado.  En cuestiones de minutos, se le exige al líder asumir posturas que vayan acorde a las necesidades de su equipo y casi sin considerarlo, quien dirige se expone al odio o al amor en tiempo record.  Es por eso, que aunque la labor de orientar cantidades de personas sea agotadora, el líder debe atender las condiciones presentadas por el entorno, medir las realidades e influenciar a su gente, para en caminar todas las percepciones, en una sola visión. Empowerment, nos abre la posibilidad de adentrarnos en un debate sustancial sobre lo principal del liderazgo moderno, dando cabida a reflexiones que atiendan lo pragmático, más que lo teórico.  ¿Es el empoderamiento la clave del éxito de una empresa? La virtud es cualidad humana, la virtud nos vuelve sabios y nos permite abrir caminos para los aprendizajes. La virtud según Aristóteles es siempre cercana al mérito, pero no porque la finalidad de la virtud sean los aplausos y ni el comienzo del mérito las ovaciones, “La virtud aristotélica, es la fuente de las mejores acciones y pasiones del alma; es capaz de disponernos a realizar los mejores actos y a obrar, bien y siempre mejor, de acuerdo con la recta razón que es elegida desde una disposición intelectual denominada prudencia; encargada de unir el conocimiento y la acción” (Luis Fernando Garcés Giraldo* La virtud aristotélica como camino de excelencia humana y las acciones para alcanzarla) Todo desemboca en el mérito, que es simplemente tener la facultad de ser quien ejecute la obra, o sea, es la acción ejercida. Virtud la fuente, y el mérito la acción. El mérito llevará a cualquier persona a ser un excelente líder. Solo basta tener la virtud para obrar de manera correcta, luego esa obra llevará a obtener los méritos o reconocimiento propio para actuar y así, ser un referente.
Pero si la virtud, desde nuestro punto de vista, es una cualidad que posee el ser humano ¿Todos podemos, en ese sentido, ser líderes? Sí, todos somos líderes en potencia, y sí un líder influencia, y luego faculta a una persona para que pueda tener la virtud de hacer las cosas de manera excelente y permitir que busque por sus propios medios el mérito a través de acciones conjuntas e individuales, ahí podremos hablar de un equipo que se mueve hacía el éxito, para responder la primera pregunta. Es decir que el éxito de una empresa, se logrará de manera permanente y repetitiva, en la medida que su equipo se empodere, se le inculque la virtud para razonar y el mérito para actuar.
Un verdadero líder, no es aquel que hace millones de seguidores en poco tiempo;  líder, según lo aprendido del libro, es quien influencia, y luego da facultades a sus cercanos  para POTENCIALIZAR  equipo. En otras palabras, un líder forma líderes, no clubes de seguidores.
En Empowerment, logramos extraer detalles que nos permiten ilustrar en esta monografía nuestra tesis. Cuando en principio leemos con calma cada palabra expresada por Sandy Fitzwilliam vemos que de fondo, lo que busca es hacer entender al ejecutivo, que el primer paso para activar al equipo, es a través de una influencia positiva de parte del gerente hacia ellos. En esencia, no existe empoderamiento sin antes la influencia.
El resultado de la influencia es un equipo motivado y facultado, con la intención de hacer su trabajo bien, o sea, tener la virtud para lograr a cabalidad su tarea y hacer, que desde su actividad individual puedan obtenerse las tareas colectivas, en este caso cumplir con los objetivos misionales de cada organización.
Hoy, abunda el  liderazgo desgastado, personas que por más logros que tengan  ya no dan resultado como antes. Así como Marvin, líderes llenos de miedos y desaciertos. De igual forma,  cada vez se hace más difícil encontrar en las empresas, personal con amor por su trabajo y  sin actitudes netamente aduladoras a sus empleadores. De lleno, vivimos en una era de crisis en los líderes mundiales. Pero ante eso, las civilizaciones modernas debido a la globalización y redes sociales incluyen un nuevo aspecto fundamental en el liderazgo del siglo presente, LA ERA DE LA INFLUENCIA. Principalmente llamada así por su supervivencia en espacio digital, pero tanto ha sido la revolución de sus resultados que hoy la palabra se hace necesaria en el emprendimiento.
Gaby Castellanos, que en lo personal me recuerda mucho a Sandy Fitzwilliam, es una mujer muy importante en el mundo de la social media, considerada  gurú de las redes sociales y el emprendimiento digital. Gaby, recorre el mundo hablando sobre la influencia, y siempre resalta que no es lo mismo, ser un líder de opinión – persona que tiene la potestad para hablar por su imagen – a un influencers, pues este último, despierta en su receptor una motivación descomunal que lo lleva a la acción. Es una persona que constantemente nos mueve a cambios u acciones, para un ejemplo, el fenómeno de los Youtubers, pero la palabra influencers debe ser evaluada mucho más allá que en su forma… ¿Cuándo fue la ultimas vez que escuchamos a alguien que nos inspiró tanto que decidimos actuar o en su defecto cambiar de pensar sobre algo o alguien? Es una pregunta muy reflexiva, pues por poner un ejemplo, Sandy logró le ofreció a Marvin las 3 claves principales para lograr que el proceso de facultar a los empleados funcione en su organización, pero más allá de eso, Marvin vio en Sandy más allá que unas sugerencias, vio un ejemplo que sin darse cuento empezó a seguir.

Hoy, todos estamos seguros que el objetivo de ser empoderar a nuestros equipos, dotarlos de aprendizaje, de virtud y de valor para ser eficientes y efectivos en sus labores. Sin embargo, el punto de partida debe ser la influencia, pues en ella está la posibilidad de afectar, de impactar de manera positiva en nuestros más cercanos. La falta de influencia positiva es notoria cuando el único motivo que tienen los empleados de hacer las cosas bien, es través de bonificaciones – que no está mal que se den – pero, acaso trabajar de manera excelente no debe estar ligada a solamente aumentos salariales, sino a una respuesta innata, autónoma y reflexiva del trabajador, producto de una comprensión del sacrificio de su jefe, el cual a través de esa influencia, empieza amar su trabajo al mismo nivel de aquel que con esfuerzo la fundó.
Consideramos que el libro era muy claro en sus posturas, por eso decidimos irnos un poco más allá de lo textual y reflexionar sobre nuestro papel como miembros de una corporación sin importar el rango, ¿estamos dispuestos a ser agentes de cambio? O Dejaremos que alguien más venga y con la virtud y el mérito, nos motive o  nos mueva a emprender acciones diferentes. Debemos ser nosotros que a partir de ahora, ejerzan influencia, formen líderes y logren empoderar a su entorno para trabajar de por éxito.

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