Opinión | Abrir las puertas a la política



La academia o los centros de estudios en la antigüedad, eran los escenarios para las batallas de las ideas, conceptos y categorías. Luego, tengo que decir que la discusión política estaba bajo la dirección de los grandes académicos y pensadores de la época


 LA ACADEMIA DEBE ABRIR SUS PUERTAS A LA DISCUSIÓN POLÍTICA 

Se ha vuelto común escuchar en los salones de clases de las universidades del país, a profesores censurar comentarios sobre temas como: Política, Religión o  Música.  Esto en su mayoría, con la intención de no herir ningún tipo de susceptibilidades. Lo cual, puede resultar peligroso en la construcción de democracias sólidas.

Me explico, el pensamiento político en la historia - desde que se originó-  ha estado dirigido a la organización de las sociedades. Luego también, esas reflexiones trajeron consigo la necesidad de pensar sobre el poder, sus usos y los mecanismos de acceso a el. Sobre eso, nadie reseña ninguna duda. Sin embargo, de lo que muy poco se habla es de la relación, casi de hermandad, que existe entre la academia y la política.
Cuadro histórico discusiones políticas  |historiapersonaje.blogspot.com
La academia o los centros de estudios en la antigüedad, eran los escenarios de las batallas de las ideas, conceptos y categorías. Luego, tengo que decir que la discusión política estaba bajo la dirección de los grandes académicos y pensadores de la época.

Emilio Duharte Díaz, en su libro Teoríay Procesos Políticos Contemporáneos explica más o menos la importancia que tiene hablar y discutir sobre los temas políticos, su injerencia en cada escenario de nuestra sociedad y sobre todo el desvío tan radical sobre la esencia del ejercicio de gobierno.
No hay nada peor que sacar la política de la universidad porque la academia no puede quedarse discutiendo en abstracto. Las universidades colombianas públicas y privadas, tienen la obligación de educar ciudadanas y ciudadanos en democracia. Hacerles conscientes tanto de sus derechos como de sus obligaciones.
La política  es un fenómeno a desarrollarse sobre bases científicas. sino, sería  una simple conversación frívola, larga, tediosa, ligera, veleidosa, insustancial. Y eso sería un contundente error, la política no puede ser eso. Si ella aspira a conquistar a los individuos, entonces tiene que convencerlos, ofrecer argumentos sólidos, ser objetiva, basarse en la realidad global y contextual, reflejar las necesidades y aspiraciones de la gente, ser dirigida y practicada por mujeres y hombres honestos, consagrados a la causa de la igualdad y la justicia social, caracterizados por una profunda ética cívica.

En la actualidad, los escenarios académicos omiten la discusión política, argumentando respeto y neutralidad. Lo cual, termina por ser un estímulo a que los jóvenes abandonen esos temas, siendo este una causante del abstencionismo. Entonces mientras unas universidades arguyen la ley de garantías y otras la neutralidad o protección de los estudiantes para que no tengan contacto con los políticos, estas instituciones conducen a agudizar la poca injerencia de los ciudadanos en asuntos políticos.

A partir de todo esto, debe entender que, al hacer campaña al abstencionismo y al desinterés, las universidades hacen campaña contra la democracia. Y, lamentablemente, cuando por un lado se cierran las puertas a la democracia, por otro se abren más las de la politiquería, el clientelismo y la corrupción. Por eso, es necesario que las universidades, en periodos electorales y no electorales, combatan la politiquería permitiendo el ejercicio del derecho fundamental a la participación política. La academia está obligada a discutir los problemas del país y eso no se logra manejando la política con asepsia sino involucrándose en ella y sus actores

Comentarios

Entradas populares de este blog