| HIPER SÍNTOMAS DE LA CUARENTENA
Por: Williamborja_
El Aislamiento Preventivo Obligatorio decretado por el gobierno para detener la curva de propagación del Covid-19, trajo consigo una consigna que se está convirtiendo, para muchos, en un verdadero dolor de cabeza. "Tenemos que aprovechar el tiempo al máximo"
Es por eso, la urgencia de inscribirse en cuanto curso online aparezca en su pantalla. Las famosas maratones de libros, películas, series, audio-libros, investigaciones y lecturas de noticia, son otras actividades en las que se reincide, de manera frenética, provocando un desgaste mental y emocional.
Expertos de la salud mental, empiezan analizar este fenómeno. Pues, el detalle con la hiperproductividad, no es que usted haga100 cosas al día, el inconveniente es que usted hace más de lo que su cuerpo y mente están preparados. Por eso, es común que no se esté rindiendo como se espera, o que se sienta inconforme con los resultados, ejemplo: que no logre memorizar canciones, fragmentos del libros, capacidad para sintetizar, dificultad para recordar nombres de personajes de la película o hasta las enseñanzas de los curso de botánica, cocina o filosofía. No es que usted no esté preparado, es que todo debe hacer con calma y organizadamente, para ir acorde a sus capacidades físicas y mentales.
Lo que se está observando, es que lejos de salir con habilidades nuevas, las personas saldrán con más y mayores frustraciones. Sintiéndose poco fructíferos, menos favorecidos, llenos de estrés, ansiedad y depresión.
La frase que más sonaba a principios de cuarentena, era que la sociedad iba a un ritmo muy acelerado. Que necesitábamos una pausa, que no podíamos seguir presos de nuestros afanes (...) pasadas unas semanas, volvimos a nuestros afanes, pero ahora,en hiperconsumo e hiperproductividad.
Ese miedo a sentir que se pierde el tiempo, es un síntoma común de la cuarentena. Sentirse aterrado por no sacar provecho del Aislamiento, viene incluido en el paquete de pensamientos que trae la crisis del covid 19, no en vano, las principales Universidades del mundo habilitaron cientos de cursos gratuitos para todos. Los museos más relevantes abrieron sus puertas para recorridos virtuales y todas las empresas de libros y audiolibros online, hicieron su agosto en abril.
No hay que perder de vista, que esta Cuarentena no son vacaciones. No es un retiro ni vacacionales para adelantar en materias atrasadas. Sin embargo, tampoco es una apología a la pereza. Es una invitación a no caer ante la abrumadora idea, de que no hacer nada es el pecado imperdonable de la cuarentena. Es más, tampoco es una invitación a no crecer profesionalmente, Más bien es una recomendación a no añadir más cargas al momento por el que usted está atravesando..
Tampoco es hacer nada para siempre y por por siempre. Es hacer menos, más lento y con mejores resultados. Valoremos el tiempo para descansar, para alzar las piernas y usar una tarde a escuchar música favorita, ver las series que nos gusten, no las que el sistema diga. Necesitamos a este afán darle verdaderas pausas, aplica el movimiento Slow. Mentes calmadas, personas calmadas, ciudades calmadas. Reflexiona, medita, ora y conócete.
¿Realmente debes subir eso a tus redes? ¿Quieres hacer esa cantidad de cursos? ¿Si quieres aprender ese idioma? ¿Quieres leer ese libro? ¿Por qué estás comprando esto?
El Aislamiento Preventivo Obligatorio decretado por el gobierno para detener la curva de propagación del Covid-19, trajo consigo una consigna que se está convirtiendo, para muchos, en un verdadero dolor de cabeza. "Tenemos que aprovechar el tiempo al máximo"
El problema ,como todo en la vida ,está en los excesos. El intentar sentirse útil, genera en las personas la obligación de rellenar cada minuto del día, con cualquier tarea académica o laboral. A esta necesidad, de cargar el tiempo con actividades muy por encima de las propias capacidades, se le conoce como hiperproductividad.
Pero, este problema está lejos de ser una simple casualidad colectiva y me atrevo a pensar, que responde más bien, a estímulos del entorno. Me explico, para nadie resulta desconocido que estamos inmersos en sociedades de consumo masivo. Dicen los expertos, entre ellos el profesor Lipovestky, que tiempos anteriores la adquisición de productos o servicios era de carater familiar, es decir para todos en la casa. Sin embargo, el proceso de modernización y el surgir de las generaciones posmodernas, llevaron el consumo humano a un plano individual.
Antes, en los hogares había un televisor por familia, hoy vemos que por casa existen 3 o 4. Lo mismo pasa con los teléfonos, antes eran de usos colectivo y ahora, existe uno por persona y es casi que como un documento de identidad. La llegada de esta pandemia, dejó en evidencia la creciente migración al consumo indivual pero, sobretodo, digital. De ahí qué, ya no estemos en una generación de consumo individual, sino que, estemos en una sociedad de consumo, hiper-individual y digital.
El sentido de
hiperproductividad está estratégicamente calculado por la sociedad actual. Los medios de comunicación, líderes de opinión, grandes corporaciones, universidades y demás, han convertido el confinamiento en todo, menos en lo que debe ser. La cuarentena, es hoy una supuesta plataforma de crecimiento profesional. "Tenemos que crecer, tenemos que reinventarnos"
Llenando al ciudadano de la necesidad de consumir a toda hora, "materiales útiles" para cuando salga de este momento de aislamiento ser "una persona diferente"
Es por eso, la urgencia de inscribirse en cuanto curso online aparezca en su pantalla. Las famosas maratones de libros, películas, series, audio-libros, investigaciones y lecturas de noticia, son otras actividades en las que se reincide, de manera frenética, provocando un desgaste mental y emocional.
Expertos de la salud mental, empiezan analizar este fenómeno. Pues, el detalle con la hiperproductividad, no es que usted haga100 cosas al día, el inconveniente es que usted hace más de lo que su cuerpo y mente están preparados. Por eso, es común que no se esté rindiendo como se espera, o que se sienta inconforme con los resultados, ejemplo: que no logre memorizar canciones, fragmentos del libros, capacidad para sintetizar, dificultad para recordar nombres de personajes de la película o hasta las enseñanzas de los curso de botánica, cocina o filosofía. No es que usted no esté preparado, es que todo debe hacer con calma y organizadamente, para ir acorde a sus capacidades físicas y mentales.
Lo que se está observando, es que lejos de salir con habilidades nuevas, las personas saldrán con más y mayores frustraciones. Sintiéndose poco fructíferos, menos favorecidos, llenos de estrés, ansiedad y depresión.
La frase que más sonaba a principios de cuarentena, era que la sociedad iba a un ritmo muy acelerado. Que necesitábamos una pausa, que no podíamos seguir presos de nuestros afanes (...) pasadas unas semanas, volvimos a nuestros afanes, pero ahora,en hiperconsumo e hiperproductividad.
Ese miedo a sentir que se pierde el tiempo, es un síntoma común de la cuarentena. Sentirse aterrado por no sacar provecho del Aislamiento, viene incluido en el paquete de pensamientos que trae la crisis del covid 19, no en vano, las principales Universidades del mundo habilitaron cientos de cursos gratuitos para todos. Los museos más relevantes abrieron sus puertas para recorridos virtuales y todas las empresas de libros y audiolibros online, hicieron su agosto en abril.
No hay que perder de vista, que esta Cuarentena no son vacaciones. No es un retiro ni vacacionales para adelantar en materias atrasadas. Sin embargo, tampoco es una apología a la pereza. Es una invitación a no caer ante la abrumadora idea, de que no hacer nada es el pecado imperdonable de la cuarentena. Es más, tampoco es una invitación a no crecer profesionalmente, Más bien es una recomendación a no añadir más cargas al momento por el que usted está atravesando..
Tampoco es hacer nada para siempre y por por siempre. Es hacer menos, más lento y con mejores resultados. Valoremos el tiempo para descansar, para alzar las piernas y usar una tarde a escuchar música favorita, ver las series que nos gusten, no las que el sistema diga. Necesitamos a este afán darle verdaderas pausas, aplica el movimiento Slow. Mentes calmadas, personas calmadas, ciudades calmadas. Reflexiona, medita, ora y conócete.
¿Realmente debes subir eso a tus redes? ¿Quieres hacer esa cantidad de cursos? ¿Si quieres aprender ese idioma? ¿Quieres leer ese libro? ¿Por qué estás comprando esto?

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