Entrevista | ¿Dónde está papá?

 ¿Dónde está papá?: Jhon  Díaz

bueno, Jhon es mi amigo de Universidad. Gran persona, un joven cartagenero muy talentoso con quien compartí todos los semestres ininterrumpidamente. Me cubrió muchas veces en mis ausencias y la verdad que conocerlo a través de esta entrevista fue lo mejor. 

Jhon Díaz caminando en los pasillos de la Universidad Autónoma del Caribe. 2019.

Mientras el puño de su mano derecha le sirve como almohada a la cabeza, Jhon de 19 años, detiene su mirada en el techo blanco de la habitación. El silencio de mi grabadora  es testigo de aquel momento solemne, en el que aquel  joven alegre, fiestero y ‘mamador de gallo’ se vuelve pequeño y sensible, para abrir las puertas más ocultas de su pasado. La tensión sigue, sostiene la respiración y con sarcasmo sonríe. 

Jhon Díaz y William Borja en Bucaramanga

 Su incisiva forma de rascarse el cabello denota que la pregunta encara cicatrices del pasado que aún no han sanado. Cruza sus brazos, luego eleva sus manos a la parte superior de su rostro, se limpia la frente y vuelve a quitarse la gorra, le da vuelta y particularmente la se la coloca hacia el frente.   

Luego cruza las piernas, se corre en la silla un poco más adelante y cuando se dispone hablar, yo por mi parte, miro el celular y me percato que entre pregunta y respuesta, solo han transcurrido, para sorpresa mía, un minuto de tiempo.

Con la informalidad que lo caracteriza, Jhon Mario Díaz, bautizado así gracias a la abuela materna, cuenta por fin  la historia que no lo dejaba respirar (...) su paso por la cantera del Club Atlético Nacional. 

Con nostalgia, recuerda como entre su tía y mamá hicieron esfuerzos económicos increíbles para enviarlo a la pre-selección. Mientras habla, sus manos impacientes se mueven al son de cada palabra,  parecer que  disfruta contar esa experiencia, pues Nacional es el equipo de sus amores. 

Jhon Díaz “No dormí la noche anterior, cuando llegué a la cancha tenía mucho nervio, pero, salieron las cosas bien, logré sacar varios tiros que llevaban destino de gol, y al profe le gustó mucho mi trabajo” -

(William Borja, Omar Dales y Jhon Díaz. Torneo UAC)

Cuenta además, que una vez terminada la práctica le ofrecieron vivir en Medellín, buscarle colegio y ofrecerle un futuro en la academia del equipo. Sin duda, era un paso gigante para aquel niño que anhelaba ser jugador profesional de futbol. Jhon es un "calidoso" los que lo hemos visto jugar sabemos que tanto como portero o medio campista, se desempeña bien. 

“Y ¿Qué pasó, por qué no continuar luchando por ese sueño?” 

  

 Acostumbrado a celebrar sus cumpleaños en familia, disfrutar de las comodidades que le da estar al lado de sus amigos en Cartagena, Jhon empieza una vez matriculado en la Universidad Autónoma de Barranquilla, a establecer una vida independiente mucho más responsable y analítica frente a los problemas de su hogar. Problemas que para él, ya solo representan recuerdos y experiencia que en el presente se están corrigiendo. Me responde:

JHON “Vengo de un hogar en donde mis padres son divorciados, desde los 7 años mi papá más que todo me ha acostumbrado a ir de casa en casa, pues él demoraba poco con sus parejas”  

Sereno y amable, Jhon pausa el relato, y nos cuenta que tiene varios hermanos y que casi con todos, su papá ha cometido los mismos errores. 

¿Tuvo algo que ver tu papá con tu regreso a Cartagena después de haber pasado por nacional?  - le pregunté –  

Jhon: Sí, aunque a eso, debo agregar que yo presento un problema en la rodilla. Eso y la presión de mi papá a mi tía y mamá, para que yo me regresara fueron motivos para desertar de la cantera del cuadro verdolaga. Me afectó mucho. Pude sentir lo que era la frustración a tan corta edad.

 Continuó el relato, ya para este momento nos centrábamos en un episodio que para Jhon había dividido su vida…  

¿Te afectó mucho el divorcio?  -

Jhon: No mucho, a esa edad son pocos los recuerdos que tengo sobre eso, pero sí hizo que esa decisión de mis padres cambiara mi vida. Durante mucho tiempo mi mamá pasó meses difíciles sin trabajo viviendo en casa de mi abuela, la situación era dura…yo después en el colegio trataba de ahorra lo suficiente, era muy angustiante, eso me hizo madurar pronto. Pero las cosas han cambiado para bien,

Jhon se siente con la autoridad de recomendarle y aconsejar a su padre para que no cometa los mismos errores con su hermano menor. Además, hoy el periodismo le permite seguir teniendo cerca al futbol y disfrutarlo desde otra posición  

¿Quedó en ti algún enojo con tu papá? Le pregunté al final,  

 Jhon: No. Eso me ayudó a madurar y madurar también es perdonar. Pero los recuerdos no se van y aprender a vivir con ellos, es parte de la vida. Perdonar no es olvidar.

Aunque cuenta, que su niñez quedó marcada por la  ausencia de su padre,  y que si bien ya lo perdonó, olvidar le será difícil, pues en la retina aún queda esos momentos en los que en casa de su abuela al ver a su mamá con el rostro triste, le preguntaba con la inocencia de un niño… “Mamá, “¿Dónde está papá?”.

 Fin. 

Mi amigo Jhon. A quien recuerdo con mucho cariño